domingo, 29 de julio de 2012

Despójate del viejo hombre


El que hurtaba, no hurte más, sino trabaje, haciendo con sus manos lo que es bueno, para que tenga que compartir con el que padece necesidad. (Efesios 4:28)
Este  es un versículo que nunca deja de rondar mis pensamientos, pero no precisamente porque haya vivido muchas experiencias como ladrón, sino que este pequeño verso contiene un gran principio de las normas de vida que DIOS tiene para nosotros; Dios quiere que seamos totalmente distintos a nuestro viejo hombre, opuestos, contrarios y no tolerantes a su regreso.
Trabajar es lo opuesto a hurtar, de la misma manera en que amar es opuesto a odiar; como cristiano debes luchar diariamente para no permitir que tu viejo hombre resurja. ¿Hay áreas de tu vida que aún no has entregado al señor? Solamente tú lo sabes. 

Imagina que Compras tu casa después muchos años de trabajo y al revisar los cuartos encuentras en uno de ellos al ex propietario que te dice que ese es su cuarto favorito por eso se lo quedara, es un hecho que seria una sorpresa muy desagradable.
¿Cómo pues podemos decirle a DIOS te daré lo mejor de mi vida un domingo por la mañana y al día siguiente reservarnos soberbiamente  distintas áreas de nuestras vidas? Nadie sino solo tú y El señor saben cuales son esas áreas. Recuerda que DIOS te ha comprado pagando el precio más alto, la sangre de su hijo JESUCRISTO, ÉL murió para que vivamos por ÉL.
Él manda que le amemos con todo nuestro corazón, nuestras fuerzas y con toda nuestra  alma. Es decir él quiere cambiar todas las áreas de tu vida ¡Todas! Entrégale todas las áreas de tu vida y el las cambiara, Niégate a ti mismo, toma tu cruz y síguele. En simples palabras, ser distinto a quien eras antes de conocerlo solo es posible sometiéndonos a su reinado.

Recuerda que a quien no le pesa la cruz, es por que no la esta cargando.

  Por: Martín Manchego


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