“Santidad, sin ella ningún hombre verá al Señor” (Heb. 12:14)
La cita bíblica que encabeza esta página apunta a un tema de profunda importancia. Ese tema es la santidad práctica. Este sugiere preguntas que demandan la atención de todos los creyentes profesantes: ¿Somos santos? ¿Veremos al Señor?
Estas preguntas nunca podrán estar fuera de lugar. El hombre sabio nos dice: “Hay un tiempo para llorar y un tiempo para reír; un tiempo para guardar silencio y un tiempo para hablar” (Ecl. 3:4-7), pero no hay un tiempo, no, ni un día, en el cual hombre no deba ser santo. ¿Lo somos?
Estas preguntas conciernen a todos los hombres, sin importar su rango y condición. Algunos son ricos y otros son pobres, algunos tienen conocimiento y otros no lo tienen, algunos son señores y algunos son sirvientes; pero no hay rango ni condición de vida en la que un hombre no deba ser santo. ¿Lo somos?
Pido que se me escuche acerca de este tema. ¿Cómo está la cuenta entre nuestras almas y Dios? En el mundo acelerado y ajetreado que estamos, detengámonos unos pocos minutos y consideremos el asunto de la santidad. Creo que podría haber escogido un tema más popular y agradable. Estoy seguro de hubiera encontrado uno más fácil de abordar, pero siento profundamente que no podría haber escogido uno más razonable y provechoso para nuestras almas. Es un asunto solemne oír la Palabra de Dios decir “Sin santidad ningún hombre verá a Dios” (Heb.12:14)
Por JC. Ryle
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